Hace muchos años que esta novela andaba dando vueltas por mi librería sin que me decidiera a leerla. Me faltaba tan sólo un empujoncito y este año llegó con la concesión del Nobel a Mario Vargas Llosa.
Pantaleón Pantoja, recién ascendido a capitán del ejército peruano, es encomendado para dirigir una difícil y secreta misión. "La tropa de la selva se anda tirando a las cholas. Hay violaciones a granel y los tribunales no se dan a basto para juzgar a tanto pendejón. Toda la Amazonía está alborotada". Es por ello que el ejército encarga al capitán Pantoja la implantación y gestión de un servicio de prostitutas a domicilio, eufemísticamente conocido con las siglas SVGPFA, Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines. Para ello Pantaleón ha de trasladarse junto con su madre y su esposa a Iquitos, en el corazón de la selva peruana.
Así comienza la trama de una novela que le sirvió a Vargas Llosa para descubrir el humor en la literatura, porque, en palabras del propio autor, "primero quise contar esta historia en serio, y me di cuenta de que era imposible, ya que esta historia, en serio, era increíble, nadie podía aceptarla. Y así fue que descubrí que hay ciertas historias que sólo se pueden contar en una vena risueña".
Pantaleón y las visitadoras es una novela divertidísima, repleta de guiños humorísticos, sátira e ironía, cuyo principal acierto quizás sea la manera en que se nos cuenta la historia: cartas, informes oficiales, diálogos entremezclados que suceden en diferentes lugares, columnas de prensa, transcripción de programas de radio... Todo ello es ensamblado de manera magistral por Mario Vargas Llosa.
2 comentarios:
Maravillosa novela que es cierto, deja en los labios, el sabor dulce de la sonrisa amplia con la enormidad del poder de la palabra de su autor.
Magnífica elección Ingelmo.
Un abrazo.
Gracias por tus comentarios y un abrazo, María. Siempre es un placer tenerte por aquí.
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