Bizkaia: Ongi etorri

Casi cuatro años hacía que no volvía a Bilbao, desde que pasara allí 20 meses trabajando en las obras del centro comercial Zubiarte; así que cuando recibí una llamada telefónica proponiéndome pasar allí el fin de semana, txoko y antigua cuadrilla incluidos, no me lo pensé dos veces...

El viernes a las 16:00 salíamos de Madrid y hacia las 19:30 las carreteras del País Vasco nos daban la bienvenida con su particular ongi etorri. Me apresuré a sintonizar en la radio del coche Euskadi Gaztea (escuchar on line), la emisora que solía escuchar y con la que descubrí varias bandas de rock cojonudas, algunas incluso de la región.

Llegamos a Bilbao y nos fuimos directos a la plaza Moyúa, donde habíamos quedado con mis antiguos compañeros para tomar unos pintxos. ¡Ah, qué buenos recuerdos!

Al día siguiente por la mañana dimos un paseo con el niño por la monumental avenida Abandoibarra, quizás uno de los rincones más vanguardistas del mundo, donde se encuentran los edificios más emblemáticos de Bilbao: el Palacio de Euskalduna, diseñado por Federico Soriano; el Puente de Deusto; la Universidad de Deusto; la recién inaugurada Biblioteca de Deusto, diseñada por Rafael Moneo; el museo Guggenheim, de Frank Gehry; el centro comercial Zubiarte, diseñado por Robert A. M. Stern; el Hotel Sheraton, de Ricardo Legorreta; las viviendas de lujo diseñadas por Luis Peña Ganchegui; la pasarela de Pedro Arrupe; y aún en fase de construcción la Torre Iberdrola-BBK de 165 metros de altura, diseñada por César Pelli; y el Paraninfo de la UPV, diseñado por Álvaro Siza.

Al mediodía nos esperaba un corderito asado regado con txacoli en Gautegiz Arteaga, cerca de Gernika, en un txoko ubicado en las antiguas caballerizas del castillo gótico de la emperatriz Eugenia de Montijo, en plena reserva de la biosfera de Urdaibai.

El domingo dimos un paseo por las playas de Sopelana antes de regresar a Madrid, donde Héctor se lo pasó de miedo revolcándose en la arena.