Historia del Almirante - Hernando Colón

La Historia del Almirante fue escrita por Hernando Colón, hijo menor del genovés, entre 1537 y 1539, y hoy en día sigue siendo una de las fuentes más valiosas para conocer lo concerniente al Descubrimiento de América, así como a los primeros asentamientos europeos y a las primeras impresiones que los cristianos tuvieron de las costumbres de los nativos. Si bien conviene tener en cuenta que, cuando Hernando Colón escribe la Historia, muchos son los enemigos del Almirante que tratan de restarle mérito en la gesta del Descubrimiento, por lo que Hernando elabora una biografía partidista, cuya finalidad es salvaguardar la honra de su padre así como la herencia y los derechos adquiridos por éste a perpetuidad en su progenie. De este modo si mucho es lo que cuenta la Historia, bien es cierto que también es mucho lo que calla.

Para la composición de la obra, Hernando Colón contó con material de primera mano procedente del descubridor y de otros protagonistas de aquella primera hora americana.

La biografía se compone de 108 capítulos, de los cuales a penas los 4 primeros trazan un esbozo de la vida del Almirante antes de su llegada a España, siendo además más las incógnitas que abren que la información que aportan, y el resto de los capítulos se centran básicamente en la descripción de los cuatro viajes realizados por Cristóbal Colón.

Especial interés tienen los capítulos dedicados a la exposición de las causas que llevaron al Almirante a creer que podría descubrir las Indias. Ya hacía tiempo que se tenía la certeza de que la Tierra era esférica, pero hasta finales del siglo XV las técnicas de navegación no habrían alcanzado un nivel suficiente como para que surgieran intrépidos aventureros dispuestos a completar el mapa del mundo navegando hacia las áreas inexploradas del poniente. Eran varios los físicos, astrónomos, cosmógrafos, etc, que estaban convencidos de que entre las tierras españolas y portuguesas y los territorios asiáticos gobernados por el Gran Kan no había más que una basta extensión de agua, fácilmente navegable, que suponía la tercera parte del planeta. Craso error del que no se tomaría conciencia hasta que Magallanes circunnavegara la Tierra en 1522, dieciséis años después de la muerte del descubridor de un nuevo continente.

También resultan muy interesantes las descripciones de las diferentes etnias indígenas que Colón encuentra durante sus cuatro viajes de exploración. Así de los de La Española dice: "los indígenas eran más blancos y hermosos que los que hasta entonces habían visto en las otras islas". Y más adelante, en una carta dirigida a los Reyes Católicos: "aquella gente es tan servicial, carente de avidez, tratable y mansa, que juro a vuestras majestades que no hay en el mundo mejor gente ni mejor tierra. Aman al prójimo como a sí mismos, y tienen el más manso y dulce conversar del mundo, con alegría, y siempre acompañándolo con la sonrisa".

En cambio de los indios caribes se dice que eran temidos por el resto de los indios, ya "que se trataba de gente atrevida y valerosa, como su aspecto, sus armas y su comportamiento demostraban", que eran caníbales y que frecuentemente atacaban las poblaciones de otros indios a los que capturaban y "los castran si son varones para que engorden, casi como hacemos nosotros para engordar a los capones con el fin de que sean luego más sabrosos".

y algunas otras anécdotas curiosas como "que la isla de Matininó -Martinica- estaba exclusivamente poblada por mujeres, con las que los caribes iban en cierta época del año a yacer, dándose la circunstancia de que, si aquellas parían hijos varones, se los entregaban a sus padres para que los criasen".

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