El pasado 9 de enero fui a ver el musical Chicago, que se representa en el Teatro Coliseum de Madrid desde el 27 de noviembre.
Por circunstancias ajenas a mí (me regalaron las entradas) es la tercera reposición de Chicago que veo, las tres en Madrid y de las tres la actual es la que me ha parecido más floja.
Le falta energía y en mi opinión la escenografía es excesivamente austera. Uno cuando va a ver un musical (al menos yo) espera encontrarse con decorados imposibles, sofisticados atrezos y una tramoya muy efectista; o al menos esa es la imagen que tenemos de Broadway.
Respecto al reparto, Natalia Millán en el papel de Velma Kelly lo borda, pero Marcela Paoli y Manuel Bandera, como Roxy Hart y Billy Flynn, no me convencieron nada.
Las coreografías, muy buenas.
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