miércoles, 12 de septiembre de 2007

Italia. Día 8: Florencia


15 de julio de 2007, domingo



Salimos muy temprano del apartamento para evitarnos las interminables colas de uno de los monumentos más visitados de Florencia: El David. De camino a la famosa escultura de Miguel Ángel visitamos las Capillas de los Medici en la Basílica de San Lorenzo. La Capilla de los Príncipes fue el principal lugar de sepultura de los Medici y sobrecoge su profusa decoración a base de mármoles policromados y piedras semipreciosas. Junto a esta capilla se encuentra la Sagrestia Nuova, que fue el primer trabajo arquitectónico del polifacético Miguel Ángel. En ella destacan las esculturas de La noche y el día, La aurora y el crepúsculo y La Madona con el niño, que adornan las tumbas de los Medici.

Continuamos nuestro camino hasta llegar a la Galería de la Academia donde se encuentra el monumental David. A penas eran las diez y ya una larguísima cola de turistas se extendía a lo largo de la acera que rodea el edificio. Estuvimos más de dos horas esperando a pleno sol, y hubiésemos estado otras dos si no hubiera sido por una pareja de españoles que, conscientes del tiempo que allí llevábamos, nos indicaron que junto al acceso principal había otra puerta para visitas con reserva y personas impedidas. Tal vez por esa entrada, al estar Diana embarazada, nos dejaran pasar directamente. La verdad es que Diana tan sólo estaba de cuatro meses, pero parecía que estuviera de seis.

Nos acercamos hasta el mencionado acceso y dicho y hecho: en cinco minutos nos encontrábamos frente al enorme David de cinco metros de altura, enormes manos y torso perfectamente humano. Está prohibido tomar fotografías, pero nosotros conseguimos sacar una.




Cuando salimos de la galería ya era la hora de almorzar y nosotros lo hicimos en un Burger King cercano. Después caminando en dirección al Arno llegamos a la Santa Croce, la mítica basílica franciscana ante la cual parece ser que el escritor francés Stendhal, deslumbrado por la magnificencia de la iglesia, se sintió desfallecer y a penas fue capaz de seguir andando. Lo curioso es que Stendhal no ha sido la única persona en sufrir tal colapso de los sentidos, ya que cada año los médicos florentinos tratan una decena de casos de este fenómeno, conocido como síndrome de Stendhal. Aunque es posible que tan sólo se trate de exageraciones pues, aunque la Santa Croce es de una gran belleza, lo cierto es que se trata de una belleza sumamente austera -a excepción de la fachada del siglo XIX- debido a la orden monástica a la que pertenece.

En su interior destacan las tumbas de varios italianos universales: Rossini, Maquiavelo, Galileo y Miguel Ángel entre otros. Especial interés tiene también la estatua de la libertad que decora la sepultura de Niccolini y que sirvió de modelo al artista francés Frederick August Bertoldia para la creación de la gigantesca estatua neoyorquina.


Después de pasear durante algo más de una hora por la basílica, visitando cada una de sus capillas y el Museo dell'Opera di Santa Croce, nos dirigimos a la Gallería degli Uffizi. Este museo alberga una basta colección de arte de los Medici, considerada como la colección de arte italiano y florentino más importante del mundo. Un buen lugar para recordar muchas de las obras y conceptos que me enseñaron mediante diapositivas -hace ya años- en la asignatura de historia del arte del bachillerato.

Paseando por sus distintas salas podemos encontrar: la Anunciación y la Adoración de los Magos de Leonardo da Vinci, el Nacimiento de Venus y la Alegoría de la primavera de Botticelli, el deslumbrante Tondo Doni de Miguel Ángel y además pinturas de Rafael, Paolo Veronese, Tintoretto, Caravaggio y Canaletto. Entre los artistas no italianos que en la Galería se encuentran representados cabe destacar a Rubens, Van Dick y Rembrandt, pero también a los manieristas españoles Luis Morales, Coelho y El Greco, así como algunas pinturas de Ribera, Velázquez y Goya.

Cuando salimos del museo ya estaba anocheciendo y de camino a nuestro apartamento pasamos por delante de la casa en que vivió Dante. ¡Lástima que ya se encontrara cerrada!

No se me quita de la cabeza la idea de cómo una ciudad tan pequeña pudo, en un momento determinado de la Historia, dar al mundo una nueva perspectiva de la vida tan importante como es el Renacimiento y tantísimos personajes ilustres.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

he estado en italia dos veces y la verdad es que florencia impresiona. el david me encantó, parecía que iba a empezar a andar de un momento a otro. eso sí, las colas no nos las quitó nadie¡¡¡

no vi la otra estatua, pena, pero por las fotos más que de modelo yo diría que la de nueva york es una copia de esta

besos

irene dijo...

Es estupendo tu reportaje sobre Florencia, yo no vi tantas cosas, tendré que repetir el viaje.
Yo también hice una foto "prohibida" al David de Miguel Ángel.
Tuvimos la suerte de no esperar colas, compramos un mes antes las entradas por Internet.

Silvia dijo...

Florencia es un lugar hermoso donde se respira arte!!! Si les gusta Miguel Angel, hay una pág en Facebook con el nombre Miguel Angel Buonarroti, donde están la mayoría de sus obras. Háganse fan y pueden subir fotos y dejar comentarios. Así somos más!!

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